Encontré esta publicación en Facebook que muestra cómo engañarnos viendo solamente lo que nos conviene: No me olvido de los clubes del trueque donde las madres de mis amigos iban a canjear manualidades por ropa y comida para la semana. No me olvido de mis viejos c omprando bolsas de granos de soja para hacer kilos de milanesas porque era lo más barato para comer. No me olvido de cuando en una semana entraron cinco veces a casa a robarnos, una vez a punta de pistolas y nos tuvieron tres horas abajo de una mesa mientras cargaban todo en nuestro auto y se iban con amenazas de volver. No me olvido de las Universidades aranceladas y de las escuelas cayéndose a pedazos. No me olvido de la salud pública desmantelada. No me olvido de las miles de personas que se iban "orgullosas" a lavar vasos a los bares de España. No me olvido de los científicos yéndose a Europa o a Estados Unidos. No me olvido de YPF, Aerolíneas Argentinas y las telecomunicaciones en manos de pervers
¿Por qué animarse a ser diferente? ¿Por qué no quedarnos en la comodidad de lo que hacen todos? ¿Para qué correr el riesgo? Este es un blog muy particular para mí, porque me llevó a forzar la publicación de cuestiones muy profundas y muy mías, pero que a su vez también lo son para los demás. ¿Contradicción? Para nada, simple paradoja de la vida.