Hola, quedé impactado cuando encontré el documental en Netflix. No soy fan de Britney ni mucho menos adepto a ese estilo de música y me disgusta la farándula así que no tenía idea que estuviera bajo una tutela como si de una anciana senil se tratara. Recuerdo que me impactó verla en la serie How I Met Your Mother luego de tanto tiempo y la noté muy distinta a la figura pop archiconocida, se la notaba depresiva pero jamás me imaginé que estuviese atravesando por un infierno semejante.
Cuando uno se imagina la vida de las estrellas puede empatizar acerca de lo molesto que pueden llegar a ser los papparazzi y lo crueles que llegan a ser ciertos periodistas o presentadores de televisión, la presión constante del lugar que ocupan y su gran carga que suelen volcar en vicios o drogas. Pero que tu propio padre te convierta en su marioneta y te utilice como una esclava es algo que ni siquiera hubiera podido imaginar, pese haber tenido cierta experiencia católica y cristiana. Es esencial comprender cuál es la matriz cultural sobre la cual se asienta esta particular familia y gran parte de las familias estadounidenses (mal llamadas americanas) y este caso en particular es un símbolo de esa matriz cultural. Por eso me parece sumamente acertado hablar de muchas capas y ojalá que sea aprovechado bien para ilustrar y poder evidenciar las características de lo que tan genéricamente se denomina hoy "patriarcado". Este no es cualquier patriarcado sino es específicamente el propuesto por una matriz cultural de fuerte adoctrinamiento cristiano, específicamente el que promueve los valores más conservadores y reaccionarios. No es casual que la tutela sea mantenida por el padre, con nula injerencia de la madre, y en un círculo profesional y legal donde priman esos valores impuestos por hombres y donde la única voz femenina que se escuchó no fue la de Britney sino de una vocera que se tomó el cuidado de invocar a Dios para así darle validez a todo el proceso. Los fundamentos legales que se esgrimen son propios de planteos de la edad Media cuestionados desde el Renacimiento y que sorprende leer en un documento escrito en pleno siglo 21. Etiquetar de "demente" a una joven de 26 años no solamente carece de sustento científico sino que legalmente el término en la actualidad se utiliza solamente con personas mayores, ya que hay una multiplicidad de diagnósticos clínicos que pueden aplicarse a una joven como era Britney Spears. El papel de los medios incluido, nos muestran a un mundo tolerante e incluso conforme con una situación a todas luces incongruente, especialmente por negar a la protagonista su derecho básico de expresarse. ¡En pleno siglo XXI y en el corazón del supuesto país defensor de la libertad y el individualismo! Vaya muestra de descomposición social que evidencia este caso, el cual solamente pudo torcer la realidad cuando tomó masividad en las redes sociales.
Lo que prueba una vez más este suceso es que, lejos de haber avanzado en cuanto a los derechos de las mujeres y las expresiones de género, quienes avanzan en presionar sobre las vidas de los demás son los defensores del status quo, y que solamente cuando son desbordados en los medios, especialmente en las redes sociales, logran ceder su presión. Claramente una sociedad no puede basarse en continuos hashtags y crear un movimiento por cada abuso realizado, necesita reformularse para adecuarse a la realidad y eso significa también un cambio en la aplicación de las leyes, en romper las complicidades que permiten que este sistema perverso de sometimiento pueda sostenerse y en cambiar a otra manera de relacionarnos, incluso desde el ámbito de la justicia, entidad que viene siendo reticente la hora de reflejar los profundos cambios sociales que estamos atravesando.
La represión contra los jubilados es una causa que a cualquier sociedad sana movilizaría en contra. Sin embargo, estamos frente a una sociedad muy rota, donde una parte importante cae fácilmente en la manipulación mediática y otro sector que no debería existir aún se da el lujo de salir de entre las sombras más oscuras que deberíamos haber superado hace rato. Ayer me pasó en el gimnasio donde al ver una foto de Maradona recordé una frase memorable en medio de una protesta de jubilados: "hay que ser muy cagón para pegarle a un jubilado". El comentario que repetían era "lo que menos había eran jubilados", a lo que yo les recordé porqué iban a apoyarlos, porque los vienen cagando a palos y un profe me dice "yo no estoy de acuerdo que le peguen a los jubilados pero los vienen cagando desde siempre. Ahora saltan a protestar". Acá me quiero detener porque este es el "sentido común" que imponen los medios y que noto la gente no se da cuenta cómo ...
Comentarios
Publicar un comentario