"Estuve a un disparo de ser feliz", "me gustaría ser un asesino y matar a todos" y otras barbaries actuales
El fenómeno actual de la provocación de la violencia ya no tiene detrás una sociedad o una cultura cómplice que reproduce el horror y mira para otro lado. Como sociedad hemos perdido la inocencia, aunque nos quieran seguir tomando por boludos. Si no fuera así, el magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner hubiera ocurrido durante su primer mandato. Hay una campaña violenta contra lo que ella representa, pero también contra su persona, desde que presidía Argentina su fallecido marido. Para comprobarlo, basta hacer un ejercicio honesto de memoria: ¿quién no recibió algún meme, leyó o escuchó comentarios misóginos en su contra?
Basta hacer una simple búsqueda (en mi caso uso Duck Duck Go para evitar que el resultado esté condicionado por mi historial) sobre Cristina Fernández meme o revista noticias y la barbarie está servida. El armado de una imagen y un relato relacionado acerca de su vida dejaría estupefacto a un ciudadano promedio estadounidense (ese país que tantos en latinoamérica idealizan peor que un stalinista a la ex URSS) puesto que en aquel país se considera antipatriótico atentar de esa forma contra un presidente.
El entramado de la posverdad, o sea de la mentira vendida como verdad, no puede llegar tan lejos sin la complicidad de los grandes medios de comunicación y la actuación de una campaña de trolls e incluso influencers en las principales redes sociales. Desde mi postura como opositor estoy asqueado desde hace años por la desvirtualización del debate político y la suciedad con que se arremete contra las distintas expresiones populares, de las cuales CFK es sin dudas la figura de mayor peso.
Pasa que cuando no hay verdaderos argumentos para debatir y evidentemente ven el debate perdido, los sectores más retrógrados y reaccionarios (que genéricamente llamamos la derecha, término inexacto y demasiado liviano que dista de representar a lo peor de nuestros representantes políticos) recurren a la guerra sucia de generar noticias falsas, de "embarrar la cancha" y desvirtuar el sano y necesario debate político que toda sociedad democrática que se precie de tal debe desarrollar.
Entonces, cuando se anula el debate, también se esquiva el diálogo, cada quien se queda encerrado en su soliloquio y se genera la ruptura. La falsa grieta se basa en esa ausencia de diálogo y debate democrático. En esto casi todos los medios de comunicación son cómplices, al igual que los propios políticos.
Cuando se arma un show mediático donde los candidatos a presidente "debaten" simplemente tirándose dardos de un minuto y medio, esa ausencia de debate auténtico no le hace bien a casi nadie (solamente al empresario del canal que se llena de plata con el rating).
Cuando se ataca sistemáticamente a una persona como pasa en este caso con CFK o peor aún a un sector social vulnerable, minoritario y de menor poder real (organizaciones piqueteras, trabajadores, minorías sexuales, raciales, jubilados, discapacitados, etc) marginando, distorsionando, ridiculizando, reduciéndolo a una caricatura tal como hizo la propaganda nazi contra judíos, gitanos, comunistas, etc.
Cuando en los canales se lleva siempre a participar a los que son afines a la línea editorial y como burda oposición a algún elemento extremista o violento, también se está haciendo una campaña donde se escala la violencia.
No es casualidad que Miryam Bregman sea invitada a C5N poco después del atentado, un canal que hasta ese momento denunciaba el ataque sistemático de los grandes medios pero que llevaba o citaba continuamente a personajes nefastos por lo violentos y antidemocráticos, dándole precisamente la difusión que buscan.
Tal como lo viene diciendo la propia Cristina, la manera de romper con esos discursos de odio es no darles más prensa, no es una delirante o simple idealista cuando incita al amor de las masas y no al odio. Y la forma de oponerse a esto de forma superadora es a través de la agudeza y claridad política, mediante una caracterización que contextualice lo que se quiera plantear. Desde la izquierda se viene combatiendo no solo las políticas neoliberales sino también caracterizando correctamente al sector que representa realmente el Frente de Todos y la propia Cristina. Que esto a mucha gente fanatizada no le llega y no hace mella no debería conducirnos a caer en lo más bajo. Nuestra época se caracteriza por una descomposición del modelo capitalista tal que se vuelve en contra de las propias conquistas sociales que tanto costó conseguir. Por tanto, nos exige un mayor cuidado y ser más cautos que nunca.
Si todavía no te convences, te invito a ver esta nota sobre lo que dijo un niño cuando le preguntaron qué quiere ser cuando sea grande:
https://adnamerica.com/estados-unidos/video-nino-confiesa-su-profesora-que-cuando-sea-grande-quiere-ser-un-asesino
“Me gustan los muertos, me gustaría ser un asesino y matar a todos, menos a mi familia porque no me han hecho nada”.
Los tiroteos recientes en escuelas de los Estados Unidos han encendido las alarmas en todo el país. Sin embargo, si uno se fija en los principales referentes mediáticos de aquel país defendiendo la portación de armas e instigando a la violencia, puede darse cuenta porqué.
Si piensas que eso sucede en EEUU y aquí no sucedería pues es ilegal la portación de armas, te cuento que un peluquero que integra una de las funestas organizaciones antidemocráticas que deshonran la libertad brega por la libre portación de armas.
https://www.infobae.com/politica/2022/06/02/fuerte-debate-sobre-el-uso-de-las-armas-si-no-me-defiende-el-estado-que-queres-que-haga/
https://cdn.jwplayer.com/previews/TKfHFUc5
Pero ¿qué sucede realmente en los estados donde se permite la portación de armas? Hay casos incluso de niños muy pequeños protagonizando accidentes con armas.
https://www.infobae.com/america/eeuu/2018/05/23/un-nino-de-4-anos-mata-a-su-hermanito-de-2-de-un-disparo-en-otro-accidente-a-poca-distancia-otro-se-quita-la-vida/
https://www.infobae.com/america/eeuu/2018/04/03/la-terrible-historia-del-nino-de-5-anos-que-buscaba-dulces-hallo-un-arma-y-mato-a-su-hermano/
La barbarie civilizada llegó hace rato. Masacró, causó genocidios y guerras mundiales. Cuando asqueados de tanta locura la humanidad le puso un freno y parecía que nunca más llegaríamos a tanto, África y Medio Oriente se siguieron tiñendo de sangre hasta que al final le tocó a la propia Europa, primero a los Balcanes y ahora divide a los eslavos en el lugar donde nació su principal nación. EEUU y su política imperialista omnipresente, la figura infaltable de todas las guerras. Azuzando, intrigando en Taiwán, sembrando discordia en todas partes. La continución vergonzosa de esa ideología violenta donde se deshumaniza a su enemigo para provocarle las mayores vejaciones. Ideólogos de las peores dictaduras que padecimos en latinoamérica y en todos los continentes. Incluso de su propio atentado del 9/11/2001. Joe Biden mismo no puede contrarrestar hoy sus consecuencias pues además fue desde su actuación militar un importante servidor.
Por lo tanto, las líneas en nuestra América están claramente definidas, especialmente luego que el recientemente asumido presidente de Colombia, Petro, reestableciera el diálogo y las relaciones con Venezuela tras denunciar el rotundo fracaso de la política intrusiva de EEUU desplegada en Colombia. Mientras personajes funestos piden bala y pretenden escalar la violencia como los soldaditos obedientes bancados por la Reserva Federal de EEUU (además de traidores) que son, las mayorías se inclinan por un mensaje de unidad latinoamericana y de la lucha política por la soberanía en un marco democrático.
Desnaturalizar esas prácticas de desinformación y promoción de la violencia es un aporte vital que necesitamos llevar adelante desde todos los frentes y de forzar a los medios de comunicación, las redes sociales y demás formadores de opinión a una revisión de sus prácticas y reorientar sus mensajes hacia planteos democráticos.
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